Revisión de Calles perdidas: el avance del narcotráfico en Rosario, y su extensión de mapa interactivo.
Tatiana Siles Joffré
Captura portal web de Documedia - Calles Perdidas
«¿Ser o no ser transmedia?». La pregunta ha atravesado una serie de modificaciones a lo largo de las circunstancias múltiples y particulares a las que se enfrentaba. Eventualmente se adscribía a la visión de cada teórico, cuyas bases suelen pasar por la perspectiva de Henry Jenkins, ya sea para retomarla o refutarla. Dicha cuestionante, de alguna manera, aterrizó en distintos puertos; tanto ficcionales como de carácter más documental. Actualmente, en el caso de la producción de DocuMedia (Periodismo Social Multimedia, iniciativa de la Universidad de Rosario), con el proyecto Calles perdidas: el avance del narcotráfico en Rosario, la interrogante se manifiesta como: «¿Soy o no soy transmedia?». Boczkowski (2004), siguiendo la perspectiva de Lev Manovich y su concepción de los nuevos medios, destacó algunas características desde el ámbito más periodístico, radiofónico y televisivo. Hizo hincapié en tres factores clave: se deja atrás la generalidad para ingresar en las especificidades afines al consumidor; se supera la barrera de espacio y tiempo; y los formatos/plataformas que ahora esperan dentro de su cotidianidad (dependiendo del público objetivo). Es lógico, por lo tanto, que en ambientes más distantes al entretenimiento clásico también recurran a estrategias dinámicas para comunicar su contenido informativo. Dicha estrategia la expuso Henry Jenkins (2006): «educators embrace the informal pedagogy within fan communities as a model for developing literacy skills» (p. 207).
No solo las historias ficticias se sometieron al cuestionamiento de la transmedialidad; también lo hizo el periodismo. Por este motivo, Kevin T. Moloney, alumno de Jenkins, encuentra paralelismos entre los siete principios transmedia en el ámbito ficcional y documental. En el caso de Calles perdidas, es preciso identificar los postulados que podrían hacer que forme parte de este mundo categorizado.
¿Multimedia con características transmedia?
Su construcción está fragmentada en distintos relatos de las familias afectadas por la violencia que se vive en Rosario gracias a las redes de narcotráfico. Dependiendo del tópico (un asesinato triple, la economía narco, la policía asociada a estos grupos, entre otros) se compilan distintos testimonios en distintas plataformas y formatos. Es posible encontrarse con un mapa interactivo, enfocado en los años 2012-2014, que hace un seguimiento a lo hechos violentos,
jurisdicciones policiales y las respuestas vecinales ante tales acontecimientos. Especialmente este mapa brinda un pauteo conciso de todo lo que ha estado ocurriendo en dicho periodo de tiempo, con hipervínculos a las noticias en medios oficiales que respaldan esta cronología. De igual manera, el usuario puede informarse mediante una presentación interactiva del circuito de la droga, y un vistazo a las estadísticas levantadas por este grupo de realizadores multimedia. La construcción del mundo en el que enfoca su relato, por lo tanto, termina siendo tan congruente que es posible empatizar con el miedo, la frustración, y (en múltiples casos) el dolor de los habitantes de Rosario. Previamente era posible observar también los informes policiales y denuncias por narcotráfico en la cúpula policial, pero en la actualidad ese contenido ya no se encuentra disponible.
La red construida a partir de múltiples puntos de vista tiene un enfoque comunitario, por la cantidad de testimonios recolectados respecto al problema que sufrían los ciudadanos de Rosario. Lina Srivastava, estratega en activismo transmedia, indica que los problemas sociales son problemas sistémicos, por ello se puede encontrar la lógica del networking con las nociones de resolución o abordaje del problema de manera grupal (2013). Y esta perspectiva es esclarecedora en cuanto a la producción del proyecto documental.
Sin embargo, la participación a la que da pie sigue sintiéndose limitada, casi inexistente: libertad de navegación, más no de participación significativa para el desarrollo de la historia. A diferencia de su proyecto transmedia más reconocido, Mujeres en venta (2015), cuya invitación a la disminución del problema era la visibilidad y la denuncia, en este caso su llamado a la acción es ambiguo. No provee ningún mecanismo de defensa ante la violencia que desencadenan estos grupos narcotraficantes. No facilita ningún número de denuncia efectivo (ya que la policía estaba involucrada en estas redes). Y no visibiliza ninguna acción en concreto que pueda realizar la audiencia a favor de mejorar esta problemática. Entonces, según Srivastava, la acción es el centro de la historia: awareness, engagement, action and change, y la historia que estudiamos solo ingresa en las primeras dos categorías, a simple vista.
Aquí se pone en duda, por lo tanto, el principio de participatory culture. Fundamental para comprender que el rol de la audiencia podría llegar a determinar la transmedialidad que Jenkins (2006) distingue de la interactividad. Haciendo énfasis en que la transmedialidad ofrece trascendencia en la participación potenciada por la inteligencia colectiva, hasta el punto de incidir en la política (y el desarrollo de la narrativa).
«What they are talking about is a shift in the public's role in the political process, bringing the realm of political discourse closer to the everyday life experiences of citizens; what they are talking about is changing the ways people think about community and power so that they are able to mobilize collective intelligence to transform governance; and what they are talking about is a shift from the individualized conception of the informed citizen toward the collaborative concept of a monitorial citizen» (p. 208)
Rasgos que, aparentemente, al ser inexistentes, no le permiten de manera abierta a la audiencia el espacio participativo en este proyecto documental. Por lo tanto, si el análisis cesara en el abordaje previo, efectivamente, el documental Calles perdidas no podría considerarse transmedia. Pero, esa sería una perspectiva incompleta.
La dificultad se encuentra en intentar responder este problema sin haber analizado a su audiencia. Se suele asumir, erróneamente, que la audiencia que atrae a los proyectos son ciudadanos sin ningún tipo de poder simbólico en la sociedad, ya sea mediante su influencia, estatus económico o puestos estratégicos en la vida pública. En el caso de Calles perdidas es posible identificar que los lectores fueron ampliamente diversos: desde los mismos ciudadanos de Rosario que formaron parte de la creación del mundo expuesto en el documental, atravesando a las instituciones corrompidas por la red de narcotráfico, hasta las audiencias fuera de la ciudad protagonista del problema. Evidentemente, este público debe contar con acceso a Internet, y conocimiento para navegar en esta experiencia digital. Hasta allí llegarían las suposiciones basadas en la lógica superficial al analizar este proyecto, que todo parece indicar que no es merecedorde la etiqueta transmedia dada su falta de espacios participativos.
Análisis del mapa interactivo
Calles perdidas denota un circuito limitado de participación real y activa que crearon para su público, pues no permite realmente involucrarse en la historia y ser parte de la construcción de esta. El mencionado mapa interactivo es prueba de ello, al menos bajo la perspectiva clásica de Jenkins. Dicho mapa posee un exhaustivo trabajo de recuperación de hechos violentos suscitados por las redes de narcotráfico, además de una interfaz que facilita la exploración de este recurso. Su distribución permite seleccionar la información de interés, durante determinados años entre el 2012 y 2014, y su ubicación exacta en el mapa, con hipervínculos que permiten la expansión y profundización del hecho puntual.
Es preciso mencionar la particularidad de esta extensión una vez que se profundiza en ella, pues su atractivo radica en la capacidad de observación y análisis de la audiencia. Es posible que el mapa ofrezca una interacción enriquecida dadas sus posibilidades; exploratory interactivity lo denominaría Marie-Laure Ryan, teórica de la narratología y el transmedia, pues se le permite al usuario una exploración a detalle de la información presentada, y un reordenamiento de los datos provistos. Al utilizar esa información de manera meticulosa, se pueden hallar patrones de comportamiento de los grupos de narcotráfico, develando así su modus operandi. Este ejercicio puede asemejarse a la resolución de un misterio: el detective de la narrativa transmedia de no-ficción. Tal actividad no la realizaron todos los que formaron parte de la experiencia de inmersión, pero dado que dejaron las puertas abiertas para la exploración e interpretación de cabos sueltos, la inferencia comenzó a asomar como factor clave. Para Jan-Noël Thon (2014) esta manifestación de subjetividad es más que suficiente para hacer de este documental, uno transmedia. Sin embargo, Jenkins continuaría reticente bajo sus términos.
Audiencia como parte de la estrategia transmedia
El llamado a la acción de Calles perdidas no fue explícito, al menos para el ciudadano cotidiano. Sin embargo, el proyecto despertó la visibilidad en cuanto a este problema, y desde su posición periodística dio lugar a las repercusiones políticas que menciona Jenkins, citado previamente: el documental multimedia interactivo fue declarado de Interés Municipal bajo la jurisdicción del Concejo Municipal de Rosario (2013), respaldado por el Decreto N° 39.687. Dando lugar a la problematización a nivel institucional de los obstáculos que estaba atravesando esta población; «Cuando las mismas [reconocimiento y resolución de problemáticas de la ciudad de Rosario] sean de interés general y contribuyan a elevar la calidad de vida de los ciudadanos rosarinos, el Concejo se hará cargo de su difusión a través del medio que crea conveniente» (Dirección General de Despacho, 2013). De esta manera podría hablarse de una difusión amplia del proyecto, llegando a incluir dentro de su audiencia a instituciones públicas de esta índole, con las medidas suficientes para generar un cambio significativo en el desenvolvimiento social de Rosario, y su relevancia para Argentina a nivel país. Esta magnitud de consciencia social que despertó la denuncia de tal problemática fue decisiva por dos factores: la necesidad de contar con instituciones a favor de regular la inseguridad social en Rosario;y la vulnerabilidad a la que se expusieron los
realizadores y participantes del documental dado el tema que abordaron. Simultáneamente, su estrategia de difusión fue eficaz: al volver el documental accesible mediante Internet, sus posibilidades de viralización crecieron (proporcionalmente a su importancia en medios oficiales e institucionales).
Finalmente, la estrategia enfocada en la interactividad fue precisa para hablar de este tema. Según Bill Nichols (1991), este formato recurre al testimonio como intercambio verbal que abre el diálogo desde la validez o la cuestión de los relatos personales. Esta modalidad también genera el espacio para crear empatía y cercanía entre los realizadores y los participantes. La interacción (al momento de producir el documental), también dio lugar a que los documentalistas asuman dos posturas: de «acusador» o «defensor público». En este caso particular, la postura ética que asumió el proyecto pudo darle un enfoque de denuncia, desde la postura de «defensor público»: el diálogo que entabló con sus interlocutores fue enfocado en otorgar visibilidad a un conflicto, potenciado por la colectividad y la selección de contenido. Nuevamente, acciones congruentes con la perspectiva de Srivastava en cuanto al activismo transmedia: «Framework strategy to create social impact, influence perception and build community» (2013).
Captura portal web de Documedia - Calles Perdidas
Conclusión
Es así que, luego de una recapitulación de las múltiples estrategias de producción y difusión que adoptó Calles perdidas asertivamente, se puede decir que cumple con los principios transmedia de Jenkins, aplicados al ámbito del periodismo por Moloney; sin embargo, la ambigüedad que despierta al momento de analizar la cultura participativa, bajo una mirada superficial podría indicarse que el proyecto solo ingresa en el nivel de interactividad, pues no ofrece un llamado de acción para el lector cotidiano (que formó parte de su audiencia). Un análisis más profundo indica que su extensión en el mapa interactivo dio la posibilidad a la audiencia de unir hechos violentos, jurisdicciones policiales, y acciones vecinales y policiales, develando un modus operandi de la criminalidad adscrita al narcotráfico; un intercambio de subjetividades que, bajo la perspectiva teórica de Thon sería suficiente para considerarse participación en una narrativa transmedia. Pero, bajo la perspectiva de Jenkins seguiría siendo débil.
Por ello, la participación que mayor sustento, seguridad y resguardo le proporcionó a los realizadores y colaboradores, fue su audiencia institucional, cuya respuesta fue determinante.
Este llamado a la acción implícito fue asimilado por el Concejo Municipal de Rosario y tomó cartas en un asunto político que ya comenzaba a manifestarse como incontrolable. Como resultado se declaró el proyecto documental de Interés Municipal, bajo el Decreto N° 39.687.
De esta manera concluye la revisión de un caso de documental (propenso a ser confundido con multimedia), que despertó la participación institucional necesaria para enfrentar la problemática que se denunciaba. Por ello, el proyecto sí puede considerarse transmedia, además de exitoso. Calles perdidas también se posiciona como un proyecto que invita a incluir dentro de sus audiencias deseadas a instituciones públicas que pueden contribuir en la denuncia y el cambio político/social que el activismo transmedia persigue.
¿Otras regiones latinoamericanas seguirán este caso de éxito, o la inseguridad a la que se exponen realizadores y colaboradores no justifica la denuncia de injusticia social, violencia y narcotráfico? Estas serán preguntas vigentes que se necesitarán responder a lo largo del tiempo.
Referencias bibliográficas
Concejo Municipal de Rosario (2013). Declaración de Interés Municipal, Decreto N° 39.687 HCM de Rosario.
DocuMedia: Periodismo Social Multimedia (2014).Calles perdidas: el avance del narcotráfico en Rosario. Rosario: Argentina. Recuperado de http://www.documedia.com.ar/callesperdidas/#mapaa
Ensslin, A. (2017). The Digital According to Ryan: Inmmersion – Interactivity – Ludonarrativity. Consultado el 19/02/2021, recuperado de (PDF) The Digital According to Ryan: Immersion – Interactivity – Ludonarrativity (researchgate.net)
Jenkins, H. (2006). Convergence Culture: Where Old and New Media Collide.Nueva York y London, Estados Unidos de América: New York University Press.
Moloney, K. T. (2011). Porting Transmedia Storytelling to Journalism. (Tesis de maestría en arte). University of Denver; Estados Unidos de América.
Nichols, B. (1997). La representación de la realidad: Cuestiones y conceptos sobre el documental. Bloomington e Indianápolis, Estados Unidos de América: Indiana University Press.
Ryan, M., y Thon, J. (Eds.). (2014). Storyworlds across Media: Toward a Media-Conscious Narratology. Lincoln; London: University of Nebraska Press.
Srivastava, L. (12 de febrero de 2013). The Desing of Narrative Platforms for Social Change. Conferencia MEDEA Talks #22, MEDEA studio, Östra Varvsgatan 11, Malmö.
Comments